El EZLN. Agosto: entre la lluvia y lodos

Gaspar Morquecho

Las y los compañeros del EZLN nos han invitado a un evento para Agosto próximo. Nos dicen que vayamos engordando el marranito y nos recuerdan que es tiempo de lluvia y lodo. ¿Necios? ¿Testarudos? ¿Incansables? ¿Irreductibles? ¿Consecuentes? ¿Sin salida? ¿Armándola de tos? Si climáticamente los tiempos son malos en Agosto y los lodos resbaladizos, la coyuntura es pior. Quizá por eso sea la invitación.

Reiterando: si en enero de 1994, los movimientos armados en la región tenían un escenario adverso, en México tenían el peor de los escenarios: el mundo estaba cambiando, se había derrumbado la URSS y el Muro de Berlín, se había declarado y asumido por diversos actores la inviabilidad de la lucha armada revolucionaria, se estaba en pleno proceso de pacificación en Centroamérica y las pláticas de paz de las partes guatemaltecas se realizaba en México. El gobierno de Carlos Salinas había proyectado a México como un país prospero y de Primer Mundo. Militarmente, el Ejército federal había localizado y chocado en dos ocasiones con un grupo armado en 1993. Sin embargo, indios con un pequeño ejército y mal armado, el Zapatista de Liberación Nacional, le declaró la guerra al Ejército federal en Chiapas. Diez días fueron suficientes para que modificaran un escenario tan adverso.

Sus fundadores, las Fuerzas de Liberación Nacional habían sorteado un duro golpe militar que casi los aniquila en febrero de 1974. En medio de luchas internas, ocuparon diez años en su reorganización hasta lograr instalar el segundo núcleo guerrillero en 1983 en la selva de Chiapas. Le siguieron 10 años de acumulación de fuerzas. Como escarabajos me movieron debajo la hojarasca y removieron el cultivo social de años de experiencia de lucha indígena, de 20 años de trabajo pastoral y de las agrupaciones de las izquierdas de entonces y le pusieron gatillo a la esperanza para levantarse en 1994.

A 44 años de la fundación de un proceso de Liberación Nacional y a dos décadas del levantamiento el escenario mundial, regional, nacional y en Chiapas es más complicado: la IV Guerra Mundial - la de los mercados – y sus bombas financieras tienen al mundo en crisis, la pobreza es creciente y al parecer estamos al límite de una Guerra militar que desborde los ámbitos regionales. Para este año los yanquis tienen en sus planes militares intervenir en 35 países africanos. De las últimas muestras del triunfo de la estupidez tenemos: maniobras militares conjuntas de los Estados Unidos y Corea del Sur, Pakistán probó misil tierra-tierra capaz de portar ojivas nucleares y Corea del Norte efectuó una exitosa prueba nuclear subterránea. En la región Latinoamericana forma se ha incrementado la escalada de las guerras del yanqui con el pretexto de las “nuevas amenazas” para la humanidad: el terrorismo, las drogas y la delincuencia organizada.

En México esa guerra cubre prácticamente todo el territorio nacional y en el Frente de Guerra en la Frontera Sur han sumado a 200 marines. En las zonas calientes la población mexicana vive aterrorizada. Se cuentan por miles las víctimas mortales, las desplazadas y las desaparecidas. Aun lamentamos que en 2011 y principios del 2012 no haya sido posible realizar el encuentro Nacional de Víctimas en Oventic. Más de la mitad de la población vive en la pobreza, resultado de tres décadas de Neoliberalismo Conservador. Por si fuera poco, Salinas con EPN tiene nuevamente el poder político en México y con toda seguridad una estrategia dedicada al EZLN, por ejemplo: la Comisión para el Dialogo con los Pueblos Indios de México y el Programa “insignia” Contra el Hambre en México que dio a conocer en Las Margaritas.

En ese contexto y una vez resuelta la coyuntura electoral del 2012, el pasado 21 de diciembre, al menos 40 mil zapatistas del EZLN se movilizaron sin demandar ni pedir nada a nadie. Era el primer movimiento público del “paso más grande” que han estado reflexionado con tiempo suficiente como para tener el acuerdo de los pueblos y programados otros movimientos a lo largo de 2013.

La movilización llena de simbolismos provocó sorpresa, júbilo y malestares. Por ahí podemos revisar las reacciones que han quedado en el papel. Unas se atrevieron a hacer un paralelismo con el 1 de enero de 1994. Lo cierto que hace 19 años, la guerra en Chiapas había acelerado el ritmo de la Historia, el levantamiento y 10 días de combate habían conmovido y movilizado a importantes franjas de la población mexicana y la prensa nacional e internacional daba cuenta de los sucesos. Se había declarado una tregua unilateral por el gobierno mexicano. Marcos se había replegado a las montañas de Los Altos de Chiapas y las partes afinaban los detalles para los primeros diálogos en San Cristóbal de Las Casas. Las aguas estaban agitadas. Ahora están calmas. La franja de los movimientos sociales se ha estrechado. Es débil… dispersa.

Lo cierto es que inmediatamente después del 1 de diciembre se inició en México un proceso de reacomodo de fuerzas: arriba, en medio, abajo; a la derecha, al centro y a la izquierda. Conviene estar atentos a cada uno de estos movimientos y posicionarse. Que cadi quien tienda sus puentes, le baje a las tensiones sin abandonar la crítica, ser fraternos y solidarios pues, como vemos, los de arriba y a la derecha están cabrones y pactados.

El EZLN ha tomado su iniciativa. Su plataforma es la Sexta y con ella, Marcos se ha dedicado a agitar las aguas y los lodos una y otra vez. Como araña teje la red, perdón, como Ingeniero tiende puentes. Ha anunciado su interés por reencontrarse con el Congreso Nacional Indígena, las y los adherentes a la Sexta, con los movimientos sociales. Sus diversos comunicados, cartones, posdatas, videos, rolas, son… i-rre-ve-ren-tes. Mo-les-tos y con fuerte contenido de Ética y Política. Son diferentes. Conviene tratar de leerlos con una mirada diferente. Ahí están sus No y sus Sí. Con quienes Sí y con quienes No. No han dicho pa’donde. El Sub ha anunciado un encuentro para Agosto próximo. Uno de los meses del calendario zapatista. Su primer Agosto fue el 6 de 1969. Ahora en el marco de los 10 Agostos de los Caracoles, el Sub Marcos invita a los interesados - mexicanos y no – a juntar su takín, lana, money, el varo, a endeudarse más o garantizar fondos en su tarjeta para que pasen unos días en territorio rebelde y participar en un evento en medio de un escenario mundial espantoso y, por si fuera poco, entre la lluvia y el lodo resbaladizo en territorio rebelde.

¿Pa’qué?... ¿Trabajo, tierra, techo, alimentación, salud, educación, independencia, libertad, democracia, justicia y paz? ¿Por una Constitución que garantice todos los derechos para todas y todos los mexicanos? ¿Para la construcción de un plan de lucha anticapitalista? ¿Pa’ todo eso?

¿Saber? Lo cierto es que en 1994 el EZLN declaró: “no dejaremos de pelear hasta lograr el cumplimiento de estas demandas básicas de nuestro pueblo formando un gobierno de nuestro país libre y democrático.”

¿Qué si vale la pena? ¡A güilfuuurrrrr!

P.D. 1. Si nos atenemos a los tiempos pasados, a lo mejor para Junio próximo estará circulando la convocatoria para el encuentro de Agosto.

P.D. 2. Si usted tiene pensado llegarle junte su paga.

P.D. 3. Por transporte no se preocupe, hay de todo pero venga con tiempo.

P.D. 4. Por caminos de acceso tampoco. El gobierno federal se ha encargado de construir toda una red para facilitar el movimiento de tropas del Ejército federal.

P.D. 5. Equipo básico: bolsa de dormir, repelente (los zancudos aprovechan), impermeable y botas de hule, y un chingo de paciencia por si se cuelga o no asoma el Ingeniero.

P.D. 6. Si piensa abandonar su casa de campaña, levántela, guárdela e su bolsa y con el instructivo correspondiente.

P.D. 7. Por la comida no se preocupe. Con toda seguridad las bases montarán un servicio de cocinas y por una módica cuota usted satisfará sus primitivas necesidades.

P.D. 8. A los de los superpronósticos… cuidado con los deseos… llévesela tranquis.

P.D. 9. Requisito indispensable: intentemos escuchar-nos.