lunes, septiembre 17, 2012

B’EJALTIK


(Muchos Caminos)

F. Darinel

“Permanezcan en los caminos,
busquen y pregunten por las rutas ancestrales,
dónde se encuentra el bien y caminen por ellas,
para que encuentren descanso para sus almas”
Jeremías (6,16)


“SIN CAMBIOS”

LOS  CAMINOS  DE  HOY
Hace unos días escribí que no teníamos como chiapanecos nada que festejar, que desde hace 188 años ‘tamos igual… igual de jodidos y de abusados por las mismas familias ricas de siempre, por los mismos explotadores de siempre, que las cosas y las sociedades; aunque se han modernizado, en su ser más íntimo, está tan igual –o tendría que decir, tan desigual- como entonces.

Chiapas desde que se federó al estado mexicano, o sea desde que se anexó o se federalizó, que aunque dicen que las dos últimas son acepciones son incorrectas, porque el acta que se levantó después del plebiscito famoso de 1824, para decidir qué rumbó tomaría; la en ese entonces, y por muy poco tiempo, centroamericana nación chiapaneca, dice “federación”, yo diría que sigue igual.

Las mismas, marcadas y profundas diferencias sociales, los mismos abusos de siempre, las mismas “monterías”, que después pasaron a ser “aserraderos” y hoy día son: “compañías de aprovechamiento sustentable de la madera”, solo como estas han cambiado de nombre, quizá hayan evolucionado un poco, pero solo un poco, pero de ahí todo tan igual como antes.

Y es tan cierto que incluso, desde hace muchos años, este gobierno con careta de federal, pero con actitudes; no de gobierno centralista, sino más bien de una moderna monarquía absolutista, todavía decide en un parlamento de ricos y de influyentes, qué gobierno tendrá nuestra patria chica.

Como ya es moda, una moda que nos impuso “telerisa”, ahora los “altos políticos”, para que tengan el “éxito esperado”, para que el pueblo “los quiera”, y hasta “el rating” elevado de artista televisivo, que hoy día lo llaman “encuestas altas”, por lo pronto tienen que casarse con una de las pseudoactricillas de esta televisora para que el plan mercadológico funcione.

Y como ha sido costumbre de esa elite, de ese rico parlamento, que dispone a veces a su representante, o como en esta ocasión a su marioneta, con máscara de presidente, ese mismo grupo por años ha decidido quién también; en muchísimas ocasiones, será el gobernador de Chiapas.

De tal suerte pues que para los próximos seis años, muy probablemente por falta de carácter y capacidad; que una cosa tiene que ver con la otra, antes de que concluyan los seis años, “el gobernadorcito” se lo lleven a “colaborar” con el “presidentazo” Peña, y la vieja costumbre de los interinatos vuelva, que no dudo que así vaya a ser también.

Pero por lo pronto, por esas “altas decisiones”, por “esas modas”, “el gobernadorazo” electo de nuestra entidad, que hoy día por las abrogaciones y las modificaciones que le han hecho a la constitución chiapaneca, que desestimó que el aspirante a gobernador o el gobernador, por ley tenía que ser casado, y se entiende que por ende con familia; hoy día eso dejó de ser importante, como diciendo que la familia… pues eso “vale mayes”.

Pero como al final de todo, “por imagen” y para demostrar o querer decir que “sí es hombre” de familia, pues ese “obscuro parlamento”; “las manos que mueven los hilos” decidió que es hora de que se case, aunque sea “de la tusha”, y así será.

Por ello, ahora tendremos de nueva cuenta un gobernador, que ni de Chiapas es, que apenas llegó a este estado; pero de visita, hace como 10 u 11 años, que es totalmente defeño –“totalmente palacio”-; de la “pobre zona” de Polanco pues, y que por ende; por lo que con Chiapas hacen lo que quieren, pues también tendremos como “primera dama” a una no chiapaneca, una pseudoactricilla más del canal de las estrellas, para que “seamos felices para siempre”.

Así pues, esta historia que se repite de nueva cuenta, esta historia; esta vieja y conocida historia, maquillada y disfrazada de “votación arrolladora”, que fue así, dado que echaron a caminar a “el Chiapas Solidario”, pero para “hacer la finta” de que el poder central se dirigiría a otro lugar, y engañar; claro está, inventaron que el Poch, que como ya vimos para nada sirvió, porque en realidad todo el poder y “la orden” fue, para que un partidito rascuacho, de pronto y como por milagro, se volviera la “primera  fuerza”… nada más y nada menos.

Por eso nada hay que festejar, nada, pues; por cierto, la llegada de ese nuevo “gobernador” y su “conquista política”, no es más que un regalo del “oculto y obscuro parlamento”, y aunque este territorio lo tuviera controlado con otros colores, como era un regalito para él, pues que lo cambiara del color que quisiera, además que el PRI como estrategia, ya está diversificado y dominando otros lares políticos.

Así que como todo sigue igual, insisto, nada hay qué festejar, ‘tamos como entonces.



Es cuanto.


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