Diario Electoral

Fredy Martín

México ya no aguantará otro fraude como el ocurrido el 2006. Aunque están dadas todas las condiciones para poner en marcha un nuevo hecho como el que ocurrió hace seis años, la sociedad mexicana ha cambiado y ahora tiene herramientas valiosas como las redes sociales, de modo que el escenario puede ser catastrófico en caso de que el PRI o el PAN, echen mano a trampas.

En todo el país, se ha denunciado la compra de votos por parte del PRI. En Veracruz, en Guanajuato, Estado de México, etc., ya se están comprando los votos y entregando bicicletas, tinacos, despensas, cemento, dinero en efectivo, etc, etc; para que la ciudadanía venda su voto a favor del PRI. A pesar de las denuncias, la autoridad no hace nada por sancionar y se hace de la vista gorda.

Por su parte, el Partido Acción Nacional (PAN) ha emprendido una campaña de miedo en contra del candidato de las izquierdas, Andrés Manuel López Obrador, del que dicen que cuando sea presidente, va quitar “todos los apoyos” a los adultos mayores y las mujeres. Parece que hay un desconocimiento en este caso, ya que es gracias a López Obrador que programas para adultos mayores, hoy están vigentes en todo el país, de modo que con él, se va reforzar el programa y ampliarlo para otros sectores vulnerables.

 El 14 de junio, de la junta distrital del IFE, desaparecieron 183 boletas para presidente, senadores y diputados, que correspondían al municipio de La Independencia, adscrito al distrito VIII. Horas después que llegó la papelería electoral, se procedió a ordenar los juegos de documentos para cada casilla y municipio, pero al final la Vocal Ejecutiva María Emilia Domínguez Gordillo, los consejeros y los representantes de los partidos políticos, se dieron cuenta que faltan los documentos y fue que interpusieron demanda ante la PGR.

El miércoles por la mañana, un taxista llegó como “Juan por su casa”, a entregar el paquete de boletas que llevaba en una bolsa de plástico. El legajo fue entregado al policía, para luego huir el hombre a bordo de un taxi.

¿Quién sustrajo las boletas del edificio? Nadie sabe y quizá nadie lo sabrá, pero el hecho viene a cuestionar la seguridad del Instituto Federal Electoral (IFE)

 Aunque desde el principio, los consejeros, los partidos políticos y los funcionarios tomaron medidas, como fue firmar todas las boletas que se usarían el 1 de julio, con el fin de que si aparecían las 183 que hurtaron y no llevaban firma, entonces se podía ubicar por donde venía el robo.

Sin embargo, ayer mismo las boletas “llegaron por su propio pie”, a la junta distrital del IFE y ahora será la PGR la que indagará quién tenía esos documentos. Estaremos pendientes.